lunes, 10 de febrero de 2014

La disciplina (castrense). Escena de "Pim pam clown" XIII Premio Assitej España de teatro para la infancia y la juventud. Pieza incluida en el libro de texto de Lengua de 5º de primaria "Abre la puerta" de Editorial Anaya.


Sargento.-
¿Aquí quien manda?

Paquito.-
Usted, mi sargento.

Sargento.-
¿Entonces por qué no me obedeces?

Paquito.-
Porque me ha pedido una cosa muy difícil.

Sargento.-
Tirarte de un avión en vuelo te parece difícil, ¿pero tú no eres paracaidista?

Paquito.-
Sí.

Sargento.-
¿Entonces?

Paquito.-
Pero no tengo paracaídas.  Ya se lo he dicho.

Sargento.-
¿Y qué?

Paquito.-
Que así es muy difícil hacerlo.

Sargento.-
Qué va, tonto, sólo tienes que dar un saltito y ya está.

Paquito.-
Ya, pero lo malo es lo de luego.

Sargento.-
¿El qué?

Paquito.-
Pues que voy a estar cayéndome por el aire.

Sargento.-
Pero si el aire no te hace nada, nadie se ha muerto por estar en el aire.

Paquito.-
Ya, la gente se muere cuando llega al suelo.

Sargento.-
Porque no saben caer bien, porque se dejan llevar por el pánico.

Paquito.-
¿Ah sí?



Sargento.-
Pues claro. 

Paquito.-
Ya, pero yo prefiero saltar con paracaídas.

Sargento.-
Pero ya te he dicho que no tenemos presupuesto.

Paquito.-
Jolín, es que...

Sargento.-
¿Tú has probado a saltar así, alguna vez?

Paquito.-
¿A pelo?

Sargento.-
Sí.

Paquito.-
Pues no.

Sargento.-
Pues tú prueba, y si no te gusta, pues pensamos otra cosa.

Paquito.-
Ya pero es que...

Sargento.-
Ya verás como te va a encantar, hombre, y que a partir de ahora, el paracaídas, te va a resultar un estorbo, y me vas a pedir siempre saltar así, sin nada.

Paquito.-
Pero si es que la gente cuando se cae de un sitio tan alto, se machaca el cuerpo y todo.

Sargento.-
Pero eso es la gente normal, pero tú eres un profesional.

Paquito.-
Ah.

Sargento.-
Y además te voy a dar una estampita de la Virgen de los Remedios, que es muy buena protectora en estos casos.

Paquito.-
Pero ¿y si me mato?

Sargento.-
Pues, entonces, ya sabemos que tenemos que aumentar el presupuesto en paracaídas.

Paquito.-
¿Y yo qué?

Sargento.-
Pues te hacemos héroe o algo.

Paquito.-
¿Qué?

Sargento.-
Si quieres, vamos, que si no te apetece, a mí lo mismo me da. Que me has puesto una cara que parece que no te haga ilusión que te pongamos una medalla y la bandera en el ataúd, ni que te toquemos el himno en el entierro, y que el señor general, en persona te ponga una corona de flores en la tumba.

Paquito.-
Lo que pasa es que...


 Sargento.-
Sí, lo que pasa es que de desagradecíos está el mundo lleno.

Paquito.-
Si a mí, las medallas y los himnos me gustan mucho, y las flores también, pero prefiero tener todo eso estando vivo.

Sargento.-
Sí, claro, y a mí me gustaría que el betis ganase la liga, pero hijo, la realidad es así de dura.  Se toma o se deja.

Paquito.-
¿Y si me niego a saltar?

Sargento.-
Pues nada, lo normal, consejo de guerra, fusilamiento y entierro sin himno, sin medalla y sin flores.

Paquito.-
Madre mía.

Sargento.-
Venga hombre, arriba ese ánimo.

Paquito.-
Si es que, yo sé lo que va a pasar, que me voy a machacar contra el suelo como un huevo frito.

Sargento.-
Pero, hombre, las cosas hasta que no se prueban, no se saben. Tú imagínate que hemos estado gastando un dineral en paracaídas sin hacer falta.  La de presupuesto que nos vamos a ahorrar.  Además, con este sistema se cae más rápido y se pierde menos tiempo.

Paquito.-
Pero, ¿por qué yo, por qué me han elegido a mí?

Sargento.-
Porque te llamas Duro de apellido.

Paquito.-
¿Por eso ha sido?

Sargento.-
Sí.

Paquito.-
¡Lo sabía!

 Sargento.-
Haberte llamao de otro modo.

Paquito.-
Ay, Dios mío.

Sargento.-
Venga, que es la hora.

Paquito.-
Ya voy, ya voy.

Sargento.-
Pero hombre, que te dejas el casco.

Paquito.-
¿El casco?

Sargento.-
Claro, inconsciente, la seguridad ante todo.

Paquito.-
¿Eh?

Sargento.-
No ves que hemos tenido que reducir el presupuesto en equipos médicos, lo único que nos quedan son tiritas, así que mucho cuidado con hacerte algo gordo, o ya sabes.

Paquito.-
Consejo de guerra, ¿no?

Sargento.-
Eso es.

 Paquito.-
Si me lo decía mi hermano, Paquito, hazte desertor.  Gilipondio que soy un gilipondio.

Sargento.-
Vamos pa dentro, niño.

Paquito.-
Ya voy, ya voy, mi sargento.

Sargento.-
¡Cómo me gusta a mí esto de la disciplina castrense!

(Fin)

No hay comentarios:

Publicar un comentario