sábado, 18 de marzo de 2017

Inicio de "LOS CHICOS PERDIDOS" texto teatral para la infancia publicado en el Volumen I de "Carrusel de Ogritos".

UNO.
EN EL CENTRO.


(Se ilumina la escena.  El decorado reproduce un rincón con estantes de un centro comercial.  En el espacio percibimos cierto desorden.  Súbitamente aparece un CHICO  manipulando una pequeña caja, nervioso, trata de extraer el contenido.  Lo hace al fin.  Se trata de un teléfono móvil.  Está intentando  hacerlo funcionar.)

CHICO.  (A través del teléfono) ¿Hay alguien ahí?

(Un segundo personaje aparece con cierto sigilo tras el chico, tratando de no resultar demasiado visible.)

CHICO.  Necesito ayuda.  Por favor.

CHICO.  (Trasteando el aparato con impotencia)  Oh no.  Esto no funciona.

(El segundo personaje se hace al fin visible, es una CHICA.)

CHICA.  Te pillé.

CHICO.  ¿Eh?

CHICA.  ¿De dónde has sacado eso?

CHICO.  De ahí atrás, junto al pasillo central.

CHICA.  Sección de telefonía móvil. 

CHICO.  Sí.

CHICA.  Ya.

CHICO.  Lo pensaba pagar.  O devolver.

CHICA.  No funciona, ¿verdad?

CHICO.  No.

CHICA.  No puede funcionar sin tarjeta.

CHICO.  (Frustrado) Genial.

(El CHICO piensa.)

CHICO.  ¿Y sabes dónde puedo… comprar… una tarjeta?

CHICA.  El Centro Comercial está cerrado.

CHICO.  Es verdad.

CHICA.  Ajá.

CHICO.  Hoy debe ser domingo o algo así.

CHICA.  ¿No sabes en qué día  vives?

CHICO.  Bueno, ando un poco despistado, últimamente.

CHICA.  (Cayendo en la cuenta del desorden circundante) ¿Y esto?

CHICO.  ¿Eh?

CHICA.  Esta almohada y las sábanas.
¿Y ahí detrás qué hay?

CHICO.  Nada, no hay nada.

CHICA.  (Asomándose) Un colchón.

CHICO.  ¿En serio?

CHICA.  Esas cosas no son de esta sección.

CHICO.  No, ¿verdad?

CHICA.  ¿Quién las habrá traído hasta aquí?

CHICO.  Ni idea.  Este centro comercial es tan grande, y pasa tanta gente por aquí.

CHICA.  Has sido tú, ¿verdad?

CHICO.  Bueno, quizá. 

CHICA.  ¿Quizá?

CHICO.  (Ordenando un poco) Sí, he sido yo.  Siento el desorden.  Lo pondré todo en su sitio.

CHICA.  Y eso es un pijama.

CHICO.  ¿Un pijama?  ¿A qué te refieres? 

CHICA.  A lo que llevas puesto.

CHICO.  Ah.  Esto.

CHICA.  ¿Por qué lo llevas?

CHICO.  Supongo que… me resulta cómodo.

CHICA.  ¿Has dormido aquí?

CHICO.  (Cambiándose) ¿Quién?  ¿Yo?  ¿Por qué lo dices?  Ah claro, por el colchón, las sábanas, la almohada y el pijama, ¿no?  Pues sí, he dormido aquí, pero muy poco, ¿eh?  Que conste.  Apenas un par de horitas, porque me he desvelado, así que no creo que sea tan grave, ¿no?  No me vas a denunciar, ¿verdad?

CHICA.  ¿Denunciarte?  No, claro que no.

CHICO.  Menos mal porque en esta sección se está más cómodo que en otras.  Hasta hace poco dormía en la planta de más abajo, al lado de la sección de refrigerados, y no veas qué frío pasaba.

CHICA.  Qué cosa más rara…
¿Y por qué haces algo así?

CHICO.  ¿Dormir en la sección de refrigerados?  Pues porque me gusta tomar un vasito de leche con galletas antes de irme a la cama, y allí lo tenía todo más a mano.

CHICA.  Quiero decir dormir aquí, entre las estanterías del Centro Comercial, ¿por qué lo haces?

CHICO.  Ah, pues, porque lo necesito.  Descansar es una necesidad vital.  ¿Tú es que no duermes?

CHICA.   Sí, pero en mi cama.

CHICO.  ¿Y dónde está tu cama?

CHICA.  Arriba.  En la última planta.

CHICO.  Ah.  Verás.  Yo es que no soy de aquí. 

CHICA.  ¿Ah no?

CHICO.  No.  Es que resulta que yo soy…

CHICA.  ¿Qué?

CHICO.   Yo soy

(Toma aire para poder exteriorizar su realidad.)

CHICO.  Un…  chico perdido.

(Oscuro)